Camile Pissarro
Francia, 1830–1903 - Impresionismo
otoño álamos éragny -1894-óleo

Al cabo de décadas de una brillante carrera, Pissarro vuelve a sus raíces. Hacia el final de su vida concibió esta pintura donde muestra un paisaje clásico. Sin pretensiones más allá de la sencillez de los trazos impresionistas iluminando el lienzo
Efecto de la Luz Matinal en Éragny -1899-óleo

Camino a Versalles, Rocquencourt -1871-óleo
Este maestro del impresionismo es considerado un genio a la hora de pintar la luz en la naturaleza. Pissarro sabe captar los efectos de cada hora del día y época del año en todo tipo de paisajes, de hecho, muchas veces pintó un mismo paisaje en diferentes estaciones del año.

En este caso el cuadro muestra una tarde (sombras largas) de verano (coloración cálida) muy luminosa. Al fondo y a la izquierda se aprecian dos carruajes, a la derecha una campesina trabajando. Destaca el contraste de cielo casi abierto en primer plano, con los nubarrones grises en el punto de fuga.
El cuadro presenta un paisaje cerrado de árboles al final de la primavera, con una luz muy intensa.
Se distinguen tres fases:
- El césped formando una franja de color denso y vivo.
- Los árboles formando la principal imagen y la más clara.
- Y el cielo, apagado y gris. En alto contraste con el resto de la obra.
La composición es simple y se considera un clásico del impresionismo.
El cuadro presenta un paisaje cerrado de árboles al final de la primavera, con una luz muy intensa. Se distinguen tres fases:

- El césped formando una franja de color denso y vivo.

- Los árboles formando la principal imagen y la más clara.

- Y el cielo, apagado y gris. En alto contraste con el resto de la obra.

La composición es simple y se considera un clásico del impresionismo
SIGUIENTE...